Cuando piensas en la "SALVACIÓN", ¿Qué es lo primero que se te ocurre?
Probablemente lo que se te viene a la mente es el concepto de "salvación de la condenación eterna". Esta consiste en que todos estamos ya destituidos de la gloria de Dios y que necesitamos ser redimidos a través del sacrificio de Cristo. Y está bien pensar así, pero a decir verdad esto solo representa una parte de lo que realmente implica LA SALVACIÓN.
El concepto de salvación que en la cultura hebrea se tenía era mucho más amplio del que nosotros tenemos. Salvación para los judíos implicaba por sobre todas las cosas: Liberación del yugo opresor de los pueblos que constantemente los acosaban.
De hecho Jesús mismo no manejaba el término "salvación" como nosotros, él siempre se refirió a salvación como un concepto integral, en donde no solamente cabe la liberación, sino también la sanidad. Es más, la palabra salvación también puede traducirse, del griego, como sanidad.
¿Recuerdan aquel relato en el que la mujer con el flujo de sangre tocó el borde del manto de Jesús? ¿Recuerdan lo que Jesús le dijo? Mujer, tu fe te ha salvado, por lo tanto recibe sanidad y vete en paz.
Ni Jesús, ni la mujer estaban pensando en salvación de condenación eterna, más bien los dos sabían perfectamente que se trataba de recibir salvación de su aflicción y enfermedad. He aquí un ejemplo, de tantos, que la salvación es integral y no se limita lisa y llanamente a la salvación de la condenación eterna.
Por otro lado tenemos a Zaqueo, quien después de haber recibido a Jesús en su casa, cambió de actitud y devolvió a los pobres lo que les había robado... Fue entonces cuando Jesús dijo: ¡La salvación ha llegado a esta casa!. Porque en ese sentido, salvación quería decir que Zaqueo no solamente había recibido perdón de pecados, sino también había entendido que debía devolver los bienes de aquellos a quienes él había oprimido.
Los judíos entendían que salvación quería decir ser librados del yugo opresor. En el caso específico del tiempo de Jesús, querían salvación del imperio romano.
Sobran aquellos teólogos, simples, que ven esa concepción de los judíos como algo en contra de la voluntad de Dios, sin embargo no es así. El mensaje del Reino nos enseña que Dios está muy interesado en salvarnos (pero entendiendo salvación como realmente es, integral. De todo aquello que nos aflige como las enfermedades, yugo opresor.. etc).
Para resumir y decirlo en otras palabras más sencillas, debemos entender que cuando se dio la CAÍDA en el Edén se perdieron tres cosas:
*Relación con Dios
*Se estrpearon las relaciones humanas
*Relación con la creación.
Y estas mismas son las que se restablecen cuando hay salvación. Esto es lo que implica el concepto de salvación.
Por tanto, si nos consideramos salvos debemos entender que nuestra salvación implica no solo la liberación de una condenación eterna, sino también una liberación de todo aquello que nos aflige aquí en la tierra, y asimismo restablecer las relaciones con los demás y con la creación.... Y ¡ESA ES UNA BUENA NOTICIA!
Evidencias de alguien que es salvo:
*Prácticamente se lleva bien con los demás, o al menos lo intenta.
*Es respetuoso de la creación.
*Está en comunión con Dios.
Noten que no mencioné que las evidencias son que vaya a la iglesia y hasta sirva en ella, porque eso lo puede cualquiera, pero vivir en armonía con los demás, la creación y sobre todo con Dios... ¡Solo los salvos pueden!
¿Cómo jóvenes cristianos, estaremos evidenciando en nuestras vidas que somos salvos?
Ezequiel Barrera